El otro dia visionamos, de forma totalmente legal, la precuela posterior de Tron.

No es ninguna locura, pero se deja ver tranquilamente. Parece más o menos hecha para el 3D, no como el bodrio de Toy Story 3, que nos clavaron casi 20 euros por dos entradas para verla en un entorno multidimensional y lo unico que recuerdo de ella, aparte de que era una birria y el dolor de soltar la pasta, que encima, al dia siguiente, en el telediario de Antena 3 dieron como noticiable que "Cada vez más hombres lloran en el cine".

Claro, no me jodas.

Volviendo a Tron, los únicos puntos negativos, al margen de una evidente falta de peleas de robots gigantes, son que al principio no entendiamos nada del argumento porque es la tí­pica pelicula que la música está a toda leche (aunque bastante molona, de los Daft Punk, me la pillaré en breve tambien totalmente legal) y la gente habla flojisimo, y, bueno, que el guión tampoco tiene mucha chicha.

En cuanto a lo positiffo, sin duda me quedo con la escena, ya casi al final, cuando Billy le dice a Trece "Ahora te voy a enseñar lo que el mundo real llamamos ponerse mirando a Cuenca".

Y, juas, 7.1 en el imdb, no deberian permitir los votos de broma, o borrachos. O de borrachos bromistas.