¡Rayos y centellas, esta tarde me he lesionado! No se porqué, nos ha dado en una jugada por presionar a la defensa rival, dos contra dos, y al final he conseguido meter la patita y pillar desprevenido al portero con un toque a la base del palo a su izquierda, pero la he estirado tanto que me ha dado un pinchazo unos cuatro o cinco dedos encima de mi corva derecha.

Aunque de momento no parece que haya que amputar, espero que se pase pronto, ¡el mundo necesita de mis futbolecciones! ¡El dos caballos del barrio!

Ho, ho, ho...

Google y yo estamos tan llenos de espiritu navideño que aqui os van un par de invitaciones a correos gmail:

Deberian dejarse ya de invitaciones y poner que cualquiera se pueda dar de alta, como todo el mundo.

No entiendo muy bien que nos quiere vender esta página. Pone que han hecho una versión propia del Maniac Mansion, pero ni hay capturas ni nada de nada. Aah, mirando bien la imagen que acompaña al texto parece que lo que han hecho es un remake completo del juego, pero para gráficos actuales, voy a bajarlo, ojalá tenga versión en español, aunque no tiene pinta.

Estos dias me he tragado no menos de cinco o seis peliculas en mi KiSS. Para no abrumaros con cienmil criticas, solo os hablaré de la única que me queda por votar a estas horas: "El chico de oro".

Cuando veo estas peliculas y empieza la musiquilla ochentera, siempre me pregunto, ¿reconoceremos tan claramente dentro de diez o quince años las peliculas hechas en los noventa? Creo que se perdió algo muy bueno, habia mucho estilo en aquellos años. La pelicula es muy tí­pica del tio Eddie, efectos especiales a base de chroma y animación cuadro a cuadro. Grandes las lineas del final, cuando hablan de como molaria hacer un numerito parando proyectiles con la mente... lamentables Wachowski.

Buff, hincheta a coche me voy a pegar esta noche, este año toca pasar la nochebuena y el dí­a de navidad con una rama de mi familia que no tiene nada mejor que hacer que plantarse en una casa de playa a una hora de aqui, y, evidentemente, no me voy a quedar a dormir ni de coña, así­ que de echar cuatro viajecitos no me salva nadie.

¡Coñazo!