Por fin la ansiada conectividad electronica ha llegado a mi habitación alquilada en la capital, mi hogar temporal al que gusto llamar Diogenes' delight.

No, no ha sido robando pidiendo prestada conexión inalambrica a mis amistosos-no vecinos... es broma, de hecho todo el mundo es muy educado, a falta de conocer a la pareja que discute violentamente en algún piso cercano cada dos por tres. Oh, nadie se lo esperaba, eran gente tranquila, imagino que dirán los vecinos, obviando el hecho de que hará una semana o dos ella lo queria echar del piso, o algo así­, y hubo la piel de gritos, golpes e insultos. ¡Marchese! ¡Apurese! Estas cosas pasan de repente, dirán.

Que me pierdo... juer a ver si pongo un poster o algo en esa pared que esto da pena... que hay lo menos diez o quince redes, todas con clave, que lo he intentado con cuatro dispositivos inalambricos en tres portatiles diferentes (el otro dia me agencié un quinto en casa de Tapanez, que el jodio lo tenia en secreto sin decir ni pio, que aun no he probado) sin que el bendito software libre supiera que demonios hacer con ese hardware... ¿esos hardwares?... salvo pillar seis o siete "paquetes" por hora, y luego vas a a slashdot y lees: "Nuevo método para romper claves inalambricas espectacularmente más rápido que funciona un 50% de las veces con solo 45.000 paquetes!!!" y yo echo cuentas y me salen 7.500 horas cogiendo paquetes, y, evidentemente, apago el portatil y me dedico a otra cosa.

Que los del curro se apiadan de mi y me compran, entre otros juguetes, uno de esos adsl moviles... huy, perdón, que los denunciaron por anunciarlos asi por alguna razón... un modem usb de tercera generacion y media, que puedes descargar a 1,8 megabits en mitad de un lago, encima de una montaña, etecé, etecé, etecé. ¡Y funciona muy bien! No, esperad, he dicho que funciona bien cuando lo que queria decir es que es una MIERRRDA. Cuando tenga un rato os pongo alguna captura, pero los que tengais unos años y hayais vivido lo de navegar con las imagenes deshabilitadas para que vaya más rápido sabreis perfectamente de lo que hablo.

Fijo que si acercasen la cámara en el estupido anuncio se veria que la peña no está tocando el piano con el portatil, sino aporreandolo de frustración. Está claro que es un problema de la calidad de la señal, pero... joer, que os hablo desde un piso a 3 minutos de coche de la Castellana de Madrid, no en el Rincón de Beniscornia o un pazo gallego. En definitiva, lo mejor con diferencia del invento es que no lo pago yo. Entonces SI que estaria enfadado.

Así­ que claro, al final no ha habido más remedio que soltar pasta y poner Ono en el piso. A medias con uno de los compañeros, espero que a fin de mes no nos vengan con esas divertidas bromas de Ono que ya me conozco de son 35 si, pero hay que contar el alquiler del router, el impuesto de matriculación, el soborno para el señor concejal, la mano de obra de la instalación, la configuración y el iva. Tiempo al tiempo.

Por lo demás no muchas novedades, ya que acabo de llegar a Madrid despues de unas de esas vacaciones en las que menos descansar haces de todo. Eso si, he podido ingeniarmelas para arreglar un fallo que nos tuvo dos semanas sin comentarios (ya me extrañaba que pasara tanto tiempo sin que nadie pidiera que les hiciera las prácticas o pidiendo programas de hacer caricaturas para ayer) y se me ha ocurrido que, ya que tengo por ahí­ una web con fondos de pantalla, porque no aprovecharlos para la sección (que llevaba muerta dos o tres meses) de "La imagen" y de paso ganar unas visitillas.

Encima me las he ingeniado para usar un extraño sistema de javascript+php del que espero poder dar alguna explicación en forma de post técnico en breve.

Y no mucho más, creo yo. Semana Santa pasada por agua, operación retorno con un solo atasco, que fue el generado a drede por la Benemerita al obligar a los que veniamos de Murcia a usar un solo carril en sentido contrario mientras que los de Alicante, que son bastantes menos, tenian una autovia para ellos solos... al que naturalmente me las ingenié para pasarme y llegar a Madrid en un santiamén. ¡Y a currar!