En casa nos hemos vuelto terrestres.

Como desde hacia un par de años la tele se veia bastante mal en mi choza comunal, y como fuera que por temas de los secuestros express aquellos que os contaba el otro dia, tengo unos dineros para invertir, me decidí­ por regalarle a mi clan un aparatillo de estos de televisión digital terrestre, que como imagino ya sabreis, no es más que un decodificador de video en mpeg.

De paso esperaba poder pillar las autonomicas para ver los partidillos estos de la Copa del Rey, con la vaga ilusión y/o recuerdo de que si en el Canal 9 suelen dar las fechorias del Villareal por Europa, en las demás autonomicas igual echan a sus respectivos.

Primer chasco: la parrilla del TDT no solo no se compone de los canales normales más autonomicas, como se habia anunciado a bombo y platillo por la televisión analógica estas navidades, sino que es un batiburrillo de canales que no emiten y canales dependientes de los de verdad saturados de reposiciones.

Como el Cuatro, pero diez canales uno detrás de otro.

Segundo fallo: la calidad de imagen es pesima. Mejor que la televisión analógica, es cierto, pero absolutamente ni de coña una calidad comparable al DVD como se nos vendia. Yo diria que se ven como un divx a mucha calidad, todo muy bien hasta que llegas a una escena con muchos arboles o movimiento y empieza eso a pixelar de la leche. A llenarse de artefactos de cuantificación de la transformada del coseno, como decian los antiguos.

Tronchante: el muchacho ese que nunca se ha copiado de nada ahora va por la vida acusando a los demás de plagiadores.

Otro que no permite que la realidad le estorbe.