Como ya sabreis, esta semana nos ha dejado uno de los mejores. Se ha hablado largo y tendido de su historia y hazañas, pero ya que soy la persona que más cerca estuvo de él hasta el final, quiero poner mi grano de arena en la avalancha informativa: Torpedo nos ha dejado, para siempre.

Torpedo fue algo más que un Athlon XP 1700, convertibles en 2000+ megahertzios mágicos AMD, con 1768 megas de RAM con pastillas de marcazas como la Nanya que tengo junto al teclado, el Cadillac de las memorias RAM, con dos discos duros de 160 yigas que ponia de vez en cuando en RAID 0 (el rapidí­n) y una portentosa Geforce 6200 de 512Mb... Torpedo era un buen amigo, y sobre todo, una estupenda estación de trabajo, era una gloria lo bien que tiraba y lo cómodo que era trabajar con él, echo absolutamente todos los dias de menos el tener un KVM con el que intercambiar el contexto con mi servidor en un instante, como hacia con él.

De hecho, eso era de largo lo que más me gustaba, sin dudarlo ni un instante los 35 euros mejor gastados de mi vida como informatico, y llevo ya 25 añazos computando. Que un juego se empeñaba en poner videos que no se podian saltar, tac tac dos pulsaciones del Scroll Lock y ya estaba en mi servidor navegando o chateando en el IRC o lo que fuera. Nunca tenia que estar parado esperando. Tanto lo echo de menos que ya llevo tres KVM comprados y aun no he dado con uno que aguante los 1680x1050 de mi nuevo monitor.

Porque claro, Torpedo disponia de una de las interfaces visuales mas impresionantes de los ultimos tiempos, el Phillips 107T peana multimedia, un monitorazo CRT de pantalla plana de no menos de 20 kilos, que por cierto estoy intentando dar en adopción sin mucho exito, que se le va a hacer.

Pero los años pasan, y cada vez estaba más claro que carecia de la potencia de calculo necesaria para los desafios de la Web 2.0, es decir, los juegos en flash del feisbuc y los videos de gatos potando, asi que me vi obligado a jubilarlo hace ya año y medio.

Como casi todos los informaticos de buen corazón, todos mis ordenadores han pasado practicamente mas tiempo conmigo una vez jubilados que en funcionamiento, en espera de ese mí­tico problema que necesitara de años y años de CPU distribuida, pero la verdad es que ya cada vez tengo menos esperanzas de encontrarme con esa Moby Dick de la computación, y, sinceramente, cualquier ordenador de 200 euros tendria infinitamente más capacidad de cálculo que los muchos P2, K6 y K7 que han estado dormitando sus ultimos dias en mis trasteros. Y ni eso, ya que por 10 o 15 centimos la hora puedes tener autenticos centros de cálculo en "la nube", como por ejemplo en esta oferta de RackSpace o las archiconocidas soluciones de Amazon.

En definitiva, hoy al mediodia Torpedo ha ido al cielo de los ordenadores. Adios para siempre, espero que en el laboratorio de supercomputación del Señor haya unidades de trabajo para ti.