Ultimamente habreis notado que posteo menos a menudo. Quizás lo sintais como la falta de conmocion en la fuerza, como un pesar profundo similar a la melancolia o, más probablemente, como unos gases que necesitan ser liberados lo antes posible.

En cualquier caso, la explicación es bien sencilla: Ertules me ha vuelto a liar.

Primero me dió el verano haciendome caer de nuevo en un viejo vicio llamado Pro Evolution Soccer, del que ya estaba practicamente curado, y al que le estuve dando bastante duro hasta, precisamente, la salida de la version 2011, que aun no he testeado como se merece, por la triste razón de que ahora mismo estoy enganchadisimo a un juego online llamado Battlefield Heroes.

He probado montones de juegos online, y puedo decir, con toda sinceridad, que este es el mejor episodio de Pasca y Risca que he visto nunca. En todos los que he probado sin excepcion, siempre terminas siendo carnaza para los que pagan, es decir, los asi llamados pagadores siempre tienen ventajas en plan que te pueden mandar las naves a reventarte el doble de rápido, o se les construyen las ciudades en menos tiempo, o el equipo de futbol se les coloca en el campo en posiciones óptimas guapamente mientras que tu te tienes que calentar la cabeza.

Este no es diferente, claro. Como es un juego de batallitas a lo Quake 3 ambientado en la 2ª Guerra Mundial entre Comunistas Nazis (el bando Nacional) y Marines Ingleses (el bando Real), puedes comprarte todo tipo de bazookas, metralletas y demás parafernalia, pero, al ser un arcade, no está tan claro que esas marquen mucho la diferencia, aunque mejores que las normales si que son, y de todas formas lo que falta en armamento lo puedes suplir tu mismo con tu punteria, y de hecho puedes usar armas mejores sin pagar simplemente a cambio de puntos de experiencia.

En definitiva, un juego bastante gracioso y absolutamente gratuito, salvo que te mole gastarte los dineros en trajes de ninja o de Halloween o disfraces de Bruce Willis, que los hay: Battlefield Heroes. Por supuesto, buscadme y nos pegamos unos tirillos.